miércoles, 26 de septiembre de 2007

Un balazo de angustia

Me pongo a pensar en el 28 de octubre, y no paro de pensar en el fantasma cordobés. La improlijidad, la sospecha, la desconfianza, hermanas entre sí, hijas de la mentira.

Me pongo a pensar en el 2 de setiembre, y no paro de pensar en la ineptitud. De la jueza, de los fiscales, de los militantes, de Juez y de Schiaretti.

Me pongo a pensar en estos cuatro años, y no paro de buscar alternativas. Que se vayan todos, pero lo mejor que conseguimos es que vengan otros.

Me pongo a pensar en las palabras de mi amigo Juan Manuel, y no paro de pensar en su razonamiento lúcido, estructurado, fundamentado. Sectario.

Me pongo a pensar en mi respuesta, furibunda, ahogada de ira, plena de impotencia. Reaccionaria.

"Me parece una estupidez. ¿Cómo vas a votarla por la política K de Derechos Humanos? Es una sobreactuación, irresponsable y denigrante. Mirá nomás el caso López y la payasada de Gerez."

Casi 20 días después, me pongo a pensar en el 28 de octubre, y digo: gobernabilidad, en América Latina, es autoritarismo. Hacer campaña en Europa y Estados Unidos, con mi dinero, es buscar inversiones para parar la inflación.

Lavagna tiene menos fuerza que un colibrí, y atrás viene Duhalde.

López Murphy es un tecnócrata.

La Carrió es una incoherente, inconsistente y luisitojuecista que sólo sirve para denunciar. Funcionaria judicial del Chaco entre 1978 y 1982. Si le hubiera querido cambiar la vida a alguien se hubiera presentado para gobernadora de su provincia, la más pobre y olvidada del país.

Chaco. Elecciones. Pienso en 02/09 y 28/10 y abro Página/12.

Mempo Giardinelli. 3 minutos. 1000 lágrimas.

¿Por qué me siento culpable?

¿Por qué no me siento ajeno, como con respecto al Democidio de 1974-1982? ¿Al Genocidio de 1879-1932?

¿Por qué me siento ajeno respecto de hechos supuestamente anteriores? ¿Porque nací en 1982?

¿Por qué me invade un resentimiento furioso?

Me siento ajeno porque no soy un Coronel de 80 años. Me siento culpable por ser alto, fornido, narigón, regordete, descendiente de italianos. Universitario. "Católico". Blanco.

Como los desaparecidos. Como Axel Blumberg.

Constitución Nacional, Artículo 16. Algunos somos más iguales que otros.

Si me matan, puedo ser una marcha de gente como uno reclamando Seguridad.

Si fuera pobre, sería un eterno cartel pidiendo Justicia.

Si fuera aborigen, quizá un párrafo, 80 años después. Y un insulto.

Una masacre.

Dos.

Una hipocresía.

Por favor, lector, ayudame. Te lo pido desde las lágrimas. Por favor ayudame a superar esta mugre que me ahoga.

Y esta culpa que me revoluciona y me violenta.

[Nota al pie de página] El Sr. Presidente de la Nación, Dr. Néstor Carlos Kirchner Ostoic, en repetidas oportunidades se autodenominó defensor de los Derechos Humanos. Incluso llegó a declarar sentirse "hijo de las Madres de Plaza de Mayo", aunque en su vida reclamó por los mismos antes de 2003. Aunque forjó sus millones quitándoles la vivienda a los más humildes durante los años de plomo y bajo el amparo de la Circular 1050 de José Martínez de Hoz. Si hubiera seriedad y compromiso, Jorge Julio López estaría con nosotros. Nadie hubiera montado el secuestro de Gerez. Nadie tendría miedo de decir la verdad. Si los Derechos Humanos fueran una construcción de la sociedad argentina, escuchada y llevada a la práctica por los gobiernos que dicen representarnos, no habría humanos falleciendo de hambre y pudriéndose de olvido tan sólo por haber nacido sin sangre europea y a 1000 kilómetros de Buenos Aires. Si los Derechos Humanos fueran una política de Estado, se reconocerían las masacres de Napalpí y Rincón Bomba como crímenes de lesa humanidad. Como lo prueban las fosas comunes que halló un equipo científico forense. Mi Dios, ¿por qué me siento culpable de este Genocidio silente y lento, pero macabramente eficaz? ¿Por qué late dentro de mí un reclamo a gritos hacia los que aplauden a Kirchner y su teatralizada política de Derechos Humanos? Yo quiero Memoria y Justicia, y no un caballito de batalla electoral. Yo no quiero excluir a nadie. Yo no soy un empresario de hace 30 años, ni tengo un anhelo de picana para acallar al Otro. Yo solamente quiero que los Humanos seamos todos los que así nacimos. Mi Dios, te ruego que seas Humano y me quites esta carga, de ser culpable del hambre; y me alejes de la inmundicia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tres:
http://www.clarin.com/diario/2005/05/09/policiales/g-04101.htm

http://www.kolgados.com.ar/spip.php?article90&artsuite=0#sommaire_1

Cuatro:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-4716-2006-12-07.html

Cinco:
http://www.madres.org/asp/contenido.asp?clave=1221

Puedo decirte que sentí la misma angustia, la misma culpa hasta que me comprometí a unirme y ser parte de los que luchan lejos de la comodidad de esperar respuestas que nunca llegarán.

San Gordelius dijo...

yo me siento culpable a pesar de haber sido voluntario en santiago del estero y chaco. Eso no me exime. Deje de ir por desaveniencias (que no vienen al caso) con la ONG.

Las 'reglas' de juego no incluyen a los aborigenes. Y a esas reglas las impuso mi sociedad.

A pesar de que se sostiene de que los tobas no quieren 'esforzarse' (lo cual es inentendible tratandose de comunidades que vivieron siempre de lo que producen), la tuberculosis es una enfermedad europea. La contaminacion y el desmonte son potestad del hombre blanco. Entonces, ¿de donde van a sacar agua potable? ¿Donde van a pescar? ¿Donde van a cultivar?

No entiendo los links. No tienen nada que ver con los aborigenes.

Me hubiera gustado que firmaras asi te podia responder a tu mail.

Bue, espero que en una de esas leas esto algun dia.

Saludos.