martes, 22 de julio de 2008

¡Gloria y Loor! ¡Honra sin Par!

La Diputada Nacional por Córdoba Cecilia Merchán (bloque K) propuso esta semana cambiar la imagen de Julio Argentino Roca por la de Juana Azurduy en los billetes de 100 pesos. Desde uP! celebramos esta iniciativa, sobretodo porque abre nuevos debates. ¿Cuál es el criterio para elegir quien va en un billete? –preguntaba hoy el inefable Jorge Cuadrado desde la pantalla de Canal 12–. Voy a intentar contestarle, especialmente porque rechazo de plano el criterio actual.

El proyecto en el que estaría trabajando el Diputado Adrián Menem

Las imágenes de Mitre, San Martín, Belgrano, Rosas, Sarmiento y Roca han sido hasta hoy dueños incuestionables de los retratos monetarios. Pero creo desde mi humilde opinión, que hay cosas que deben cambiar. Creo que este hecho que parece banal, se inserta en el debate por la identidad nacional. Para muestra, fíjense como hizo plata Felipe Pigna: contando lo que estaba a la vista de todos pero que nos habían escondido. Nos impusieron una "Historia Oficial" –tema recurrente– en la cual Mitre, Sarmiento y Roca son los padres fundadores de la Argentina moderna, Rosas una figura federal y San Martín y Belgrano los héroes díscolos de la guerra por la Independencia.

Juana Azurduy era una convencida de la causa americana (nació en la actual Bolivia) y sufrió los más indecibles sacrificios en nombre de la Libertad. Hasta perdió cuatro hijos en las penurias de la selva salteña y murió en la indigencia, enterrada en una fosa común. Bajo cualquier "criterio", Juana Azurduy se merece estar entre los héroes nacionales, aquellos de los que un pueblo se siente orgulloso. Echemos una miradita a las biografías de los homenajeados actuales.

San Martín y Belgrano no podían faltar. Cientos de naciones quisieran tener próceres así.

Mitre en su vida ganó una batalla y es responsable directo del genocidio de la población paraguaya en la Guerra de la Triple Alianza (en términos legales). El cacique Calfucurá, en inferioridad numérica, lo venció en 1855 en la batalla de Sierra Chica, enfrentando a los cañones del entonces Coronel con lanzas. Dijo sobre aquella jornada el futuro Presidente: "Para ocultar la vergüenza de nuestras armas he debido decir que la fuerza de Calfucurá ascendía a 600, aún cuando toda ella no alcanzase a 500; así como he dicho que la División del Centro no pasaba de 600, aún cuando tuviese más de 900, dos piezas de artillería y 30 infantes el día que tuvo lugar su encuentro en el que Calfucurá debió quedar destruido [...] He dicho también que por falta de caballos, pero debo declarar a usted confidencialmente que ese día los tenia regulares".

Sarmiento, autor de frases como "era necesario purgar la tierra de toda esa excrescencia humana, raza perdida de cuyo contagio hay que librarse" para referirse a los paraguayos, "si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran, porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma", "fue tal el terror que sembramos entre toda esta gente con estos y otros medios, que el día 29 triunfamos sin oposición" y otras tantas, es sin embargo considerado el "padre del aula" aunque el país se haya llenado de escuelas con Nicolás Avellaneda (Ministro de Educación del sanjuanino y su sucesor en la Presidencia) y Roca, que para qué aclarar que otras cosas hizo. Debemos ser el único país del mundo que glorifica un genocidio como hecho fundacional.

Juan Manuel de Rosas fue un terrorista de Estado. Aunque los historiadores remarquen que "terminó con la anarquía y mantuvo al país unido en momentos en que se corría franco riesgo de disgregación", el país entero se unió para expulsarlo. Si los porteños querían tener un gesto de reconocimiento al interior, era preferible que nombraran una estación de subte en honor al Fray Mamerto Esquiú, o a Juan Bautista Alberdi, o al General Güemes, o Artigas.

Nuestra identidad está basada en mentiras y en un pasado hediondo. ¿No es hora de que exaltemos cosas que nos expliquen adónde está el futuro de la Nación? No le esquivo al bulto ni me quedo en la queja, acá van mis propuestos:

  • Guillermo Brown: natural de Irlanda y liberador de Montevideo. Peleó en todos y cada uno de los países de América del Sur, siempre del lado de los independentistas, hasta que cayó prisionero de los británicos durante el bloqueo anglo francés de 1848. Una de sus más recordadas frases la pronunció pocos años antes de morir: "No me pesa haber sido útil a la patria de mis hijos, considero superfluos los honores y las riquezas, cuando bastan seis pies de tierra para descansar de tantas fatigas y dolores".
  • Roque Sáenz Peña: espíritu máximo de la Ley del Voto Secreto, Universal y Obligatorio, piedra fundamental en la Historia de nuestra democracia. Peleó con el Ejército del Perú durante la guerra del Pacífico y en el hermano país se le reconoció el grado de General de Brigada. Proveniente del conservador Partido Autonomista Nacional, Mitre había evitado que fuese candidato a Presidente apoyando la candidatura de su padre, Luis (quien puso la cara en el billete de 50.000 Australes). Dijo en su discurso de asunción (1910): "Hemos inaugurado la segunda centuria entre los deslumbramientos y esplendores del pueblo de Mayo; pero no habremos cumplido con los deberes del presente, ni con las generaciones a venir, sin trabajar una democracia fuerte por sus organismos permanentes, amplia por la totalidad de los esfuerzos, y libre por la emancipación de las ideas que vienen rompiendo el molde de los personalismos".
  • Cacique Pincén: legendario cacique tehuelche famoso por su belicosidad. Combatió bajo las órdenes de Calfucurá y Namuncurá (padre de Ceferino) hasta que a la muerte del primero, las distintas tribus comenzaron a hacerle la guerra al hombre blanco cada una por su lado. Jamás firmó un tratado con Buenos Aires y recién se rindió a los 70 años, en 1878, al General Conrado Villegas durante la mal llamada "Conquista del Desierto". Cuando llegó enjaulado a Buenos Aires fue exhibido públicamente por las calles de la ciudad, y durante el trayecto la gente lo aplaudía reconociéndole su bravura y su lucha. Fue puesto preso en la Isla Martín García, donde se perdieron los rastros de su muerte dando paso al mito.
Y que vuelva Alberdi, que ya estuvo en el billete de 5000 Pesos Argentinos durante los primeros años del regreso a la democracia.

[Nota del Editor] ¿Cómo le vamos a decir a los caraduras ahora?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, San Gordelius...

Che, es para estar en completo desacuerdo con que vuelva Alberdi a los billetes. Si es por homenajear al Barrio Clinicas, está bien (es barrio del Cordobazo; en futbol, no comparto...).

Ahora, si es por el "prócer", no gracias. En sus "Bases" dice cosas terribles sobre nosotros, sus compatriotas. No tengo a la mano el texto, pero (cito de memoria) afirma que si uno toma un gaucho y lo somete a cien años de la mejor educación, no obtendrá un obrero inglés. Muy lindo, no? Para darle el premio "Nelson Mandela", realmente... ¿O "Menguele"?

Y en otro orden... bueno, lo de Juana Azurduy me parece linda idea, aunque es cierto que hay otros temas en la vida... Pero bué.

Lo que sí me dio mucha gracia es leer en una carta de lectores a un diario que no se puede poner a Juana Azurduy porque "es boliviana"...! Increible.
Tambien Cornelio Saavedra es "boliviano" (nació en Potosí). Y eso no es nada... Belgrano, San Martín, Rosas, Rivadavia... eran todos "españoles", porque nacieron en territorios que eran del Imperio español... Linda lógica!

Un abrazo grande

el Orasio,
de Radio Tosco