jueves, 4 de octubre de 2007

El Candidato del Garrote

Hace 6 meses un sobreexaltado miembro de la Policía neuquina asesinaba de un latazo de gas lacrimógeno a Carlos Fuentealba.

Mariano Grondona titularía su nota al día siguiente en La Nación como "El día en que Carlos Fuentealba no debió morir".

"El país enfrenta hoy, por eso, una contradicción hasta ahora no superada: ¿cómo podría un Gobierno que viene de calificar de "represiva" a toda orden de la autoridad competente girar ciento ochenta grados hasta imponer la ley y el orden incluso a sus antiguos compañeros?

El mismo vicio se observa, de otro lado, cerca de quienes están profesionalmente obligados a imponer la ley y el orden. Por décadas, nuestra policía pudo ser "brava" porque actuaba junto con los regímenes militares. Es decir que no aprendió a reprimir sin faltar a la ley. Los policías "bravos" y los guerrilleros que se les oponían estaban en el fondo de acuerdo: ni unos ni otros creían en la ley."


Pensar que la "sociedad" consideraba a este ladrillo cerebral como "un intelectual". A su juicio a lo mejor sí había un día en que la muerte de Fuentealba no fuera "tan inconveniente". Al fin y al cabo, Sobisch se presenta para Presidente, ¿no?. Cómo si nada hubiera pasado.

¿Cómo puede ser? Rutas cortadas por docentes reclamando por un sueldo "digno" de $1140.

Qué buen ejemplo de "mano firme": un gobernador que instruye "abrir las rutas".

Qué buen proyecto de país.

Qué buena paradoja: un policía asesinando a un docente.

Dijo hoy Mirtha Legrand en su asqueroso programa de autobombo:

"¡Está en la Constitución Nacional! No se pueden cortar las rutas y el Gobierno las tiene que abrir, tienen que entender que asegurar el orden no es reprimir."

¿Cómo se puede ser tan viejo y tan facho? Una cosa lleva a la otra, a lo mejor pensaría Willy Brandt.

Y por alguna razón me retumba en la cabeza el comentario de ayer en 'Arriba Córdoba', a colación del debate por el caso de las alumnas sancionadas en el Colegio Nacional de Río Cuarto:

Fabiana dal Prá: "Son normas de la institución y hay que respetarlas, si el reglamento dice que el guardapolvo debe tener un largo determinado pues hay que cumplir esa regla. Igual que con los liceos militares, yo no creo que a nadie le guste andar pelado por la vida, pero son normas y están en el reglamento".

Jorge Cuadrado: "Estoy pensando en que había gente que se levantaba temprano a cortarse el pelo y después se iba a torturar."

Yo estoy pensando en los periodistas como vos que se hacían y se hacen los pelotudos, Jorge. Muy sorondamente los pelotudos.

[Nota] Desde este espacio de mierda perdido en la blogósfera y que no ayuda a nadie ni logra nada, me descargo por tu absurda muerte, Fuentealba.

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