viernes, 9 de noviembre de 2007

El Gringo, ¿Vive?


No es casual que ni los diarios ni las radios se hayan percatado de que el lunes pasado se cumplieron 32 años del fallecimiento en la clandestinidad de Agustín Tosco.

El líder sindical que nunca se sacó el mameluco, ni tenía chofer privado ni camperas de cuero dos veces más onerosas que su sueldo demostrable, sigue siendo una condena permanente al 'participacionismo' -como el lo llamaba- de los actuales dirigentes gremiales.

El Gringo, que bregaba por un sindicato como instrumento para la mejora en la calidad de vida del trabajador, que creía en la lucha obrera como motor constructor de la sociedad, jamás se hizo amigo del mandatario de turno, y aunque los gremios siempre hayan sido organizaciones corporativistas, Tosco nunca hizo de Luz y Fuerza una mafia extorsiva.

Putísima encefalitis.

3 comentarios:

rama dijo...

Es cierto, un hombre de convicciones fuertes y de gran lealtad a sus iguales, así lo recuerda mi viejo siempre, quién fue compañero de él en epec por esos años!.

Anónimo dijo...

El silencio no es casual, para nada. Agustín Tosco sigue siendo una demostración concreta de que un sindicalismo clasista es posible. Nadie quiere acordarse de eso.

Bien por Unporoto por recordar la fecha.

San Gordelius dijo...

Gracias por tu comentario Horacio. Viste el documental de Adrian Jaime, "Tosco, grito de piedra"?