En enero de 1919 Vladimir Lenin publicó en Pravda un artículo titulado "¿Cómo debe organizarse la emulación?", en el cual trazaba los lineamientos generales de la 'emulación socialista', construcción opuesta a la 'competencia capitalista'. Ambos eran ni más ni menos que sistemas de incentivos para los trabajadores (como el que anunció a poco de asumir Raúl Castro en Cuba), con el fin de aumentar la productividad per cápita.
Los incentivos constituían premios materiales (como dinero o bienes de consumo) u honoríficos (como medallas y diplomas), y se aplicaron a casi todas las ramas de la producción. Pero existían actividades donde la misma no era fácil de medir o cuantificar: la medicina y la educación, por ejemplo.
Así y todo, a alguien se le ocurrió medir la "productividad militar". ¿Y qué era para este brillante pensador el "producto militar"? Las bajas ocasionadas al enemigo. El premio: ascensos, condecoraciones, permisos de salida.
En Septiembre de 1967 William Calley egresó como Teniente de la Academia Militar del Ejército de los EEUU sin saber leer un mapa. Obviamente, en poco tiempo su unidad se convirtió en una de las más "improductivas" del regimiento. El 16 de Marzo de 1968, él y los hombres bajo su mando ocuparon el poblado de My Lai y asesinaron a casi 400 personas, mujeres y niños en su mayoría. En el juicio se ventiló que lo hicieron para "aumentar su productividad".
A razón de aquella masacre, el Ejército de EEUU abolió el sistema de incentivos.
Cuarenta años después, Álvaro Uribe enfrenta un caso similar.
¿Acaso nunca analizaron el caso de My Lai en las Escuelas de Guerra colombianas?
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