La semana pasada falleció el Negro Fontanarrosa. Yo sé que hace como cuatro meses que no escribo nada en este pedacito de blogósfera que ni siquiera subí al Google, pero la muerte del Negro me pegó. Yo no sé si es que ese día me habré levantado medio triste o qué se yo, pero me emocioné mucho. A lo mejor serán todos esos homenajes en vida que le vinieron haciendo el último año, medio como anunciándole que le quedaba poca nafta en el tanque. Capaz que sea cómo llevó su enfermedad, siempre con una sonrisa y un comentario hilarante picándole la campanita de la garganta, porque medio como que le salían con la misma naturalidad con que uno tose. Capaz que sea eso, que supo morir como supo vivir.
Empezó como dibujante, pero en los últimos años se hizo más conocido como escritor, a pesar de que había publicado sus primeras dos novelas en 1981, una a continuación de la otra. Dijo Crist:
"Un tipo asombroso". Un tipo asombroso, la verdad. Escribía como hablaba. Como hablamos todos. No terminó el secundario y llegó a ser orador principal en el IIIer Congreso de la Lengua en Rosario, su adorada ciudad natal que no cambiaba por nada del mundo. Y acá me voy a agrandar, porque en 1972 vino a trabajar a Córdoba y se quedó un rato largo, tanto como para hacer amigos que le duraron toda la vida, como Crist. Pero me parece que no debe haber sido tan difícil hacerse amigo del Negro.
Si en vida le dieron como 700 homenajes, después de muerto ni se lo hubiera imaginado. Los empleados de Central arrancaron la butaca que ocupaba él en el Gigante. En el bar
"El Cairo", dejaron vacía la Mesa de los Galanes y le pusieron un retrato suyo arriba. Y por si fuera poco, se agotaron todas las ediciones de cualquiera de sus obras.
"No tenés algo de Fontanarrosa? Cualquier cosa..." dice la gente en las librerías.
Desde hace casi un año, Coco Silly y Daniel Aráoz tienen un programa en Canal 7 que se emite los jueves a las 22 y te aseguro que esta semana va a hacer un pico de rating mal mal. Son todos cortos inspirados en los cuentos del Negro. Iba a subir alguno de YouTube, pero prefiero poner otra cosa. Mi cuento favorito, que si algún día lo llevan a la pantalla seguro que va a ser la comedia más taquillera después de
"Esperando la Carroza". Ya me la imagino, con las actuaciones del Coco y Aráoz, claro, y de Capusotto, Alberti, capaz que Gasalla haciendo de viejo, o Pepe Soriano... Bué, la cosa es que tienen que leer el cuento. No se vayan a perder un clásico de la literatura futbolística (que sí existe, sino que carajo será lo que escriben Sacheri, Galeano y el antes nombrado Soriano, por nombrar algunos).
Dicen que la última noche cayeron sus amigos de siempre, los Galanes, a comer un asado con él. Si uno pudiera elegir la manera de morir, yo elijo ésa, Negro. Yo elijo ésa.
Hacé click y bajate el cuento:
"19 de Diciembre de 1971"
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